En el mundo de la intimidad, la variedad es clave para mantener la chispa encendida en una relación. Una forma sencilla de experimentar nuevas sensaciones y ampliar el repertorio de posturas sexuales es hacer el amor en el suelo. Esta práctica puede resultar excitante y estimulante, además de permitir una mayor cercanía entre los amantes. En este artículo, te presento cinco posturas para disfrutar del placer en el suelo, para que puedas explorar nuevas sensaciones y disfrutar de una experiencia diferente en la intimidad.
La postura del misionero
La postura del misionero es una de las más clásicas y conocidas, pero también puede ser una excelente opción para hacer el amor en el suelo. En esta postura, el hombre se coloca encima de la mujer, quien puede estar acostada o con las piernas abiertas. La penetración es profunda y la cercanía física permite una conexión íntima y emocional más intensa.
En el suelo, esta postura puede resultar aún más excitante gracias a la sensación de contacto directo con la superficie. Además, se pueden aprovechar cojines o almohadas para elevar un poco las caderas y facilitar la penetración. La postura del misionero en el suelo es perfecta para parejas que buscan una experiencia íntima y reconfortante.
La postura del perrito
La postura del perrito es una de las más populares y excitantes para hacer el amor en el suelo. En esta posición, la mujer se coloca a cuatro patas, mientras que el hombre la penetra desde atrás. Esta postura permite una penetración profunda y estimulante, así como una vista panorámica del cuerpo de tu pareja.
En el suelo, la postura del perrito puede ser aún más emocionante, ya que se puede jugar con diferentes ángulos y profundidades. Además, el contacto directo con la superficie proporciona una sensación de conexión con la tierra que puede resultar muy estimulante. Sin duda, esta postura es ideal para las parejas que desean experimentar nuevas sensaciones y disfrutar de una experiencia más salvaje en la intimidad.
También te puede interesarTécnicas de relajación: descubre su definición.La postura del cucharita
La postura del cucharita es perfecta para hacer el amor en el suelo de forma relajada y confortable. En esta posición, ambos amantes se colocan de lado, con el hombre detrás de la mujer. La penetración se realiza de manera suave y profunda, mientras que ambos cuerpos se entrelazan de manera íntima y cercana.
En el suelo, la postura del cucharita puede ser aún más placentera gracias a la sensación de contacto directo con la superficie. Además, esta posición permite disfrutar de caricias y besos en la espalda, lo que puede aumentar la conexión emocional entre los amantes. Sin duda, la postura del cucharita es ideal para las parejas que buscan una experiencia íntima y relajada en la intimidad.
La postura de la mariposa
La postura de la mariposa es una opción perfecta para hacer el amor en el suelo de manera más creativa y estimulante. En esta posición, la mujer se acuesta boca arriba con las piernas abiertas, mientras que el hombre se arrodilla entre ellas para penetrarla. Esta postura permite una penetración profunda y estimulante, así como una mayor sensación de dominio por parte del hombre.
En el suelo, la postura de la mariposa puede resultar aún más emocionante gracias a la sensación de contacto directo con la superficie. Además, se pueden aprovechar cojines o almohadas para elevar un poco las caderas y facilitar la penetración. Esta postura es ideal para aquellas parejas que desean experimentar nuevas sensaciones y disfrutar de una intimidad más creativa y emocionante.
La postura del trapecio
La postura del trapecio es una opción perfecta para hacer el amor en el suelo de forma más desafiante y estimulante. En esta posición, la mujer se sienta en el regazo del hombre, quien la sujeta por la cintura mientras realiza la penetración. Esta postura permite una mayor profundidad en la penetración, así como una sensación de dominio por parte del hombre.
También te puede interesar¿Es seguro tener relaciones después de la crioterapia?En el suelo, la postura del trapecio puede resultar aún más emocionante gracias a la sensación de contacto directo con la superficie. Además, se pueden aprovechar cojines o almohadas para elevar un poco las caderas y facilitar la penetración. Esta postura es ideal para aquellas parejas que buscan una experiencia íntima y desafiante en la intimidad.